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miércoles, 27 de diciembre de 2017

De conductor de trenes a jugador de futbol

Un vagón al arco 

Leandro Bonet, el 1 que cubre la valla de Centro Español, además es maquinista del Belgrano Sur.

BUENOS AIRES 27 Dic(Diario Ole).-Mi sueño fuerte es a la tarde”. Esa frase rompe con todos los pronósticos. Parece que vive con el insomnio incorporado. Está acostumbrado a estar despierto toda la noche. Pero el amor por la pelota no le desaparece a Leandro Bonet, arquero de Centro Español que además de atajar en el Gallego también es maquinista del tren Belgrano Sur hace cuatro años.

-¿Cómo es tu rutina diaria?

-Me levanto a las 7 de la mañana, después de haber dormido dos horas porque laburo de noche. Trabajo desde las 23 hasta las 5, aunque tengo la suerte de tener el laburo cerca de casa, entonces no me demanda mucho viaje el ir y venir. Ahora, en vacaciones, entreno a la mañana como para seguir la misma rutina porque si no después me desacostumbro y me cuesta bastante volver a acomodar el sueño. Generalmente hago el último turno. Los trenes salen cada 10 ó 15 minutos, según el ramal. Después se hacen todos los preparativos para que al otro día el tren funcione a la perfección. Le ponemos gasoil a las máquinas, acomodamos los vagones. Hacemos el llamado “servicio maniobra”.

-¿Cómo surgió lo de ser maquinista?

-Sinceramente es un laburo que siempre me gustó. De chico vivía con mis viejos enfrente de unas vías, entonces me la pasaba viendo el tren. Y la verdad es que siempre fue un trabajo que quise hacer. Después cuando me fui dando cuenta de que el fútbol no me iba a dar de comer, hice las tratativas para poder ingresar y, gracias a mi viejo, que me metió en el ambiente, pude hacerlo.

-¿Hay que realizar un curso para sacar la licencia?

-Tenés que hacer varios cursos para manejar un tren. En principio entrás siendo ayudante del conductor. Estás cuatro meses estudiando, rendís ante inspectores nacionales un examen oral y si te va bien obviamente entrás al laburo. Primero estás dos años trabajando como ayudante y después la empresa te tiene que mandar a estudiar para ser conductor, que es un año y medio más.

-¿Cómo es el ambiente ferroviario?

-Gracias a Dios en el laburo hay un ambiente muy futbolero. Con los compañeros del turno noche somos amigos, me preguntan dónde estoy jugando.Tengo la suerte de que uno de mis mejores amigos está en el mismo turno. Trabajamos de a dos así que la noche se lleva rápido y se te hace un poco más corta.

-¿Tuviste algún otro trabajo?

-Laburé en una fiambrería y también como suelero, que son las personas que pegan las suelas de los zapatos. Y después ya desemboqué en ser maquinista.

Chiquito, como le dicen en el ambiente futbolero, debutó en Almirante y supo vestir las camisetas de Midland, San Martín de Burzaco, Ituzaingó y Claypole, entre otros. Además jugó en Deportivo Capiatá y Sportivo Trinidense, ambos de Paraguay. El arquero de 31 años no frena su optimismo y amor por la pelota, aunque mantiene los pies sobre la tierra, siendo consciente de la situación que vive la mayoría de los jugadores de la Primera D.

-¿Cómo manejás estas dos responsabilidades?

-A los jugadores de la D lo que nos da de comer no es la pelota sino otro laburo. Entonces la prioridad la tiene el trabajo, pero siempre consensuado con el cuerpo técnico del equipo. Ellos saben mi realidad, están al tanto de que laburo de noche, entonces trato de dar el máximo en el entrenamiento pero con la responsabilidad de saber que después tengo que ir a trabajar.

-¿Siempre quisiste ser arquero?

-En mi familia somos todos arqueros. Mi abuelo atajó en Defensores, mi tío en Chicago, mi viejo, yo y ahora viene mi hijo también ja. Tengo un nene de ocho años que va por ese camino, ya está bajo los palos.

-¿En un futuro te gustaría estar de alguna manera vinculado con el fútbol?

-Todos los días me veo vinculado al fútbol. Trataré de acomodar estas dos pasiones porque al ferrocarril lo veo como una pasión. Ya me gustaba y una vez que ingresé me terminó de encantar. Pero también en el día de mañana me veo integrando un cuerpo técnico o dirigiendo, es una meta que quiero cumplir.

-¿Tenés algún ídolo?

-José Luis Chilavert. Siempre me gustó la voz de mando, soy muy parecido a él, por lo menos intenté copiarlo siempre. Hay muchos en la categoría que me dicen El Chila porque soy morocho, grandote. Siempre me fijé en cómo manejaba al equipo y la pegada.

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